martes, 26 de mayo de 2020

Supervisor o proyectista?


Ayer me preguntaron (una chica de RH en una entrevista telefónica) ¿si era proyectista de Instalaciones o supervisor de obra? ¿No cree que ha sido muy dispersa su experiencia entre estos campos de la ingeniería?

Rápidamente mi mente organizó una y otra las acepciones de mi propio diccionario:
Proyectista: El que hace proyectos, el que tiene una idea y la plasma en papel y es capaz de comprobarla.

Supervisor: El que supervisa que lo plasmado en el proyecto se lleve a cabo correctamente (bajo la misión, visión y alcance del proyecto y empresa).
Respondí que no. Y creo que perdí la oportunidad de ese empleo.  Creo que no se puede ser lo uno sin lo otro.  O por lo menos no se debería ser. Son, deben ser y siempre han sido actividades complementarias. Que por la "practica e inmediatez" muchos han olvidado.


Cómo puede un proyectista imaginarse algo si no sabe como se usa, se instala, se fabrica, se encuentra, se aplica tal o cual solución (ya sea materiales, equipos, personas, piezas, etc.).  Es imprescindible para los proyectistas conocer la obra (construcción, instalación, sitio, lugar, planta, etc.). Y conocer los recursos que tiene a su alcance. Como se utilizan las herramientas.  Que, quienes, donde, cuando y como se instala o se usan esos recursos. Los tiempos para usarlos.  Conocer a las personas que los usarán (obreros, técnicos, ingenieros, artesanos, usuarios, etc.).

Y al mismo tiempo, para los supervisores creo, no se podría/debería indicar que se instalen o se usen esos recursos si no sabe de dónde se han sacado.  Digo, la chistera de los magos no es una buena respuesta. Posiblemente no tiene que ser un experto (yo recomendaría que lo fuera) en normatividades, hojas de cálculo y software. Pero debe saber por qué el proyectista eligió tal recurso. Si no sabe eso, ¿cómo podría sugerir su cambio o remplazo en caso de que no lo hubiera (el recurso)?, ¿con que bases puede decir si está bien o mal colocado, instalado o usado? Con base en los planos, dirán… pero seguir los planos puede hacerlo cualquiera.  Un supervisor que se aprecie de serlo debería recomendar, proponer, sustituir, analizar cambios en el proyecto a fin de reducir los riesgos y costos de este.

Hace unos días leí que la labor de los supervisores ha venido abajo en los últimos años.  Que ya no son como antes.  Que es difícil encontrar buenos supervisores.  Rápidamente salí en defensa del gremio excusando las malas prácticas a cambio de malos sueldos y malos tratos. 

Al ser el sándwich entre los que hacen y los que pagan, el supervisor es mal pagado, mal visto (es el malo para unos y otros) y mal tratado.

¡Y si!. Pero por que no nos hemos puesto las pilas y nos dedicamos sólo a supervisar que las cosas se hagan como en el plano.  No nos permitimos ser parte del proyecto y nos volvemos remoras, personajes que avanzan con el proyecto, por que el proyecto nos jala y nos necesita como nosotros necesitamos del empleo.

Obviamente todos querríamos mejores prácticas laborales y mejores salarios… pero no ofrecemos nada a cambio.

Recuerdo una de las personas que hizo que yo quisiera ser ingeniero: Un ingeniero que proyectaba, supervisaba, hacía precios unitarios, suministraba (él me enseñó el concepto de “procuración”), dibujaba sus ideas y además me hablaba de filosofía y de los libros que estaba leyendo.  Un gran maestro y jefe.

Decían que de “músico, poeta y loco, todos tenemos un poco”.  Hoy no.  Hoy sólo somos supervisores o proyectistas o dibujantes o algo… pero se nos ha olvidado esa gran creatividad y ese entusiasmo por ser un profesional.  Un buen Arquitecto, un buen Ingeniero. ¡Un apoyo en verdad para los proyectos en los que nos involucramos! Ya estamos sobre los hombros de grandes hombres. Nos ha faltado mirar hacia adelante y caminar.  

Obviamente no pude explicar todo esto a la chica que me entrevistaba y creo, se fue pensando en que yo no cumplía con sus expectativas (con el perfil) por que no me he dedicado sólo a proyectar o a supervisar.

La pregunta es: ¿podríamos volver a ser tan grandes como las personas que construyeron este México en el que vivimos? ¿O seguiremos viviendo arrastrados por los procesos de construcción/fabricación/producción de nuestro entorno laboral?.

1 comentario:

Unknown dijo...

que similares son las realidades profesionales en Perú y México.

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