Ayer
me preguntaron (una chica de RH en una entrevista telefónica) ¿si era
proyectista de Instalaciones o supervisor de obra? ¿No cree que ha sido muy
dispersa su experiencia entre estos campos de la ingeniería?
Rápidamente
mi mente organizó una y otra las acepciones de mi propio diccionario:
Proyectista:
El que hace proyectos, el que tiene una idea y la plasma en papel y es capaz de
comprobarla.
Supervisor:
El que supervisa que lo plasmado en el proyecto se lleve a cabo correctamente
(bajo la misión, visión y alcance del proyecto y empresa).
Respondí
que no. Y creo que perdí la oportunidad de ese empleo. Creo que no se puede ser lo uno sin lo otro. O por lo menos no se debería ser. Son, deben
ser y siempre han sido actividades complementarias. Que por la "practica e
inmediatez" muchos han olvidado.
Cómo
puede un proyectista imaginarse algo si no sabe como se usa, se instala, se
fabrica, se encuentra, se aplica tal o cual solución (ya sea materiales,
equipos, personas, piezas, etc.). Es imprescindible
para los proyectistas conocer la obra (construcción, instalación, sitio, lugar,
planta, etc.). Y conocer los recursos que tiene a su alcance. Como se utilizan
las herramientas. Que, quienes, donde,
cuando y como se instala o se usan esos recursos. Los tiempos para usarlos. Conocer a las personas que los usarán
(obreros, técnicos, ingenieros, artesanos, usuarios, etc.).
Y
al mismo tiempo, para los supervisores creo, no se podría/debería indicar que
se instalen o se usen esos recursos si no sabe de dónde se han sacado. Digo, la chistera de los magos no es una
buena respuesta. Posiblemente no tiene que ser un experto (yo recomendaría que
lo fuera) en normatividades, hojas de cálculo y software. Pero debe saber por
qué el proyectista eligió tal recurso. Si no sabe eso, ¿cómo podría sugerir su
cambio o remplazo en caso de que no lo hubiera (el recurso)?, ¿con que bases
puede decir si está bien o mal colocado, instalado o usado? Con base en los
planos, dirán… pero seguir los planos puede hacerlo cualquiera. Un supervisor que se aprecie de serlo debería
recomendar, proponer, sustituir, analizar cambios en el proyecto a fin de
reducir los riesgos y costos de este.
Hace
unos días leí que la labor de los supervisores ha venido abajo en los últimos
años. Que ya no son como antes. Que es difícil encontrar buenos supervisores. Rápidamente salí en defensa del gremio excusando
las malas prácticas a cambio de malos sueldos y malos tratos.
Al
ser el sándwich entre los que hacen y los que pagan, el supervisor es mal
pagado, mal visto (es el malo para unos y otros) y mal tratado.
¡Y
si!. Pero por que no nos hemos puesto las pilas y nos dedicamos sólo a
supervisar que las cosas se hagan como en el plano. No nos permitimos ser parte del proyecto y
nos volvemos remoras, personajes que avanzan con el proyecto, por que el
proyecto nos jala y nos necesita como nosotros necesitamos del empleo.
Obviamente
todos querríamos mejores prácticas laborales y mejores salarios… pero no
ofrecemos nada a cambio.
Recuerdo
una de las personas que hizo que yo quisiera ser ingeniero: Un ingeniero que
proyectaba, supervisaba, hacía precios unitarios, suministraba (él me enseñó el
concepto de “procuración”), dibujaba sus ideas y además me hablaba de filosofía
y de los libros que estaba leyendo. Un
gran maestro y jefe.
Decían
que de “músico, poeta y loco, todos tenemos un poco”. Hoy no.
Hoy sólo somos supervisores o proyectistas o dibujantes o algo… pero se
nos ha olvidado esa gran creatividad y ese entusiasmo por ser un
profesional. Un buen Arquitecto, un buen
Ingeniero. ¡Un apoyo en verdad para los proyectos en los que nos involucramos! Ya estamos sobre los hombros de grandes hombres. Nos ha faltado mirar hacia adelante y caminar.
Obviamente
no pude explicar todo esto a la chica que me entrevistaba y creo, se fue
pensando en que yo no cumplía con sus expectativas (con el perfil) por que no
me he dedicado sólo a proyectar o a supervisar.
La
pregunta es: ¿podríamos volver a ser tan grandes como las personas que
construyeron este México en el que vivimos? ¿O seguiremos viviendo arrastrados
por los procesos de construcción/fabricación/producción de nuestro entorno
laboral?.
1 comentario:
que similares son las realidades profesionales en Perú y México.
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